Sabemos que en el escenario de escasez hídrica el cambio climático como telón de fondo hace peligrar el suministro de agua a la población[1]. Pero este problema ambiental, versa también sobre lo económico y social, en donde el régimen de apropiación del agua en Chile ha profundizado el crítico escenario climático, debido a que la priorización del abastecimiento de agua a la gran industria genera una sobre demanda del bien común, privando de acceso al agua a parte importante de la población[2]. En el caso de la administración hídrica en Chile, se maneja fundamentalmente a través de las concesiones a empresas sanitarias que transan bajo la lógica del mercado el agua, donde las utilidades son lo que importa.
Bajo ese panorama, mucho se dice sobre la importancia de enfrentar la peligrosa escasez hídrica en la región de Valparaíso desde la acción pública y privada, y se enfatiza que debemos poner sobre esto urgencia con grandes inversiones que aplaquen este panorama crítico. Más allá del discurso, la realidad del país muestra como las autoridades y empresas han fallado en la gestión hídrica. Si vamos al mapa regional, vemos como el manejo por la sanitaria Esval no ha sido mejor en el suministro de la población, con impactos al medio ambiente y sociales. Un ejemplo de los tantos sobre esta última afirmación, es el proyecto de conducción reversible Los Aromos – Concón impulsado por Esval[3]. Un proyecto que, con una inversión de 28 millones de dólares, es un ejemplo de una gran inversión que busca mejorar la infraestructura hídrica, pero nos preguntamos: ¿es el camino para dar un abastecimiento de agua seguro a la población? Sostenemos que el proyecto presenta una serie de contradicciones, que hace no afrontar de manera correcta el escenario hídrico. Al contrario, ya que en lo ambiental, jurídico e incluso técnico hídrico, hay serias contradicciones que nos resuenan cuando se examina el proyecto y su ejecución.
Para poner en contexto…
El Estero Limache es un curso de agua, curso fluvial que se forma en el estero Pelumpén (Olmué) y desemboca en el río Aconcagua. En el medio se encuentra el embalse Los Aromos, obra civil de origen en 1972, propiedad de la DOH, que es creada para abastecer a la población. Este tiene promedio histórico de capacidad de almacenamiento de aguas es de 35 millones m3, sin embargo, en los últimos años se ha visto reducida de manera significativa a llegando a 1 millón m3 en Abril de 2020. Esval ocupa el agua proveniente del embalse Los Aromos que pasa por el estero Limache hasta el Rio Aconcagua, para tratarla en su planta de tratamiento de agua potable (PTAP) en Concón. El agua que resulta de ese tratamiento, sirve para abastecer el sector del gran Valparaíso hasta el litoral norte de la región, lo que comprende desde Valparaíso, Viña, Concón, Quintero Puchuncaví, llegando inclusive hasta sectores de La Ligua. Se calcula que se abastecen cerca de 1.2 millón de personas de este tratamiento.
y entonces… ¿En qué consiste el proyecto?
El proyecto al que nos referimos, lleva por nombre “conducción reversible de Los Aromos – Concón”. Este comenzó a mediados de este año en su segunda etapa y está próximo a terminar. Considera la instalación de una tubería de acero de una longitud de 12 km de largo que se emplaza sobre el estero Limache. Según la sanitaria, el entubamiento permite un flujo continuo y más eficiente que el flujo normal del caudal de agua del estero Limache entre el embalse los Aromos y la planta de tratamiento de ESVAL en Concón. Este incorpora la reversibilidad del transporte del agua, que posibilita la conducción de agua en sentido contrario, es decir, desde el río Aconcagua sector PTAP Concón hasta el embalse. Este mega proyecto tiene una finalidad idónea al contexto hídrico, según declara ESVAL, la cual es mejorar la eficiencia en la gestión del agua, en tanto que pueda otorgar un mejor y más rápido transporte de agua desde Los Aromos a la Planta de tratamiento y viceversa, y por otro lado disminuyendo las pérdidas de aguas en los cursos de agua del estero Limache. Pero dentro de ese proyecto ¿es todo tan bonito y eficiente como se nos plantea?
Creo que a lo mejor sería bueno poner énfasis en que el Sea se basó exclusivamente en lo que dijo Esval, para que las personas entiendan que no hay un estudio de algún organismo detrás y que es la misma empresa la que hace y presenta el estudio por lo que se puede cuestionar su real interés en hacer una real consulta de pertinencia, ya que al someterse al SEIA se encarece el proyecto
La otra cara del proyecto… Impactos ambientales y sociales no evaluados: Un proyecto no sometido al SEIA
La primera sospecha que nos genera el proyecto es que no fue sometido al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (desde ahora SEIA), lo que significa que no se evaluaron los efectos ambientales con las autoridades ambientales competentes. Por lo tanto, no cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para operar.
La Sanitaria realizó una consulta de pertinencia[4] hacia el organismo evaluador, el Servicio de evaluación ambiental (desde ahora SEA) para evaluar si el proyecto debía pasar por el SEIA. El organismo evaluador, el SEA, estimó que no era pertinente el sometimiento al SEIA debido a que cumplía con los requerimientos legales ambientales y urbanos para no evaluar el proceso[5]. Todo lo evaluado por el SEA en la consulta de pertinencia, fue basado exclusivamente por lo presentado por ESVAL sin pasar por ningún estudio científico. Es decir, fue la misma empresa sanitaria la que hace y presenta el contenido de la consulta, en la cual no presenta estudios o evidencia para sustentar que el proyecto no genera impacto. No se cuenta con una verificación de que aquella información presentada sea contundente.[6]
Como organizaciones sociales sostenemos que hay impactos sociales y ambientales no considerados en la consulta de pertinencia, por tanto, estimamos necesario que este proyecto de gran envergadura sea sometido al SEIA por la magnitud de su impacto. El proyecto entró en ejecución sin estudios que midan los efectos, lo que es un hecho sumamente grave e involucra de modo directo al organismo evaluador SEA y a la empresa ESVAL. Para visualizar las implicancias de este problema, mencionaremos detalladamente los efectos ambientales y sociales no considerados.
Peligros sobre el Humedal “Parque ecológico La Isla”
El Humedal “Parque ecológico La Isla” Desembocadura Río Aconcagua, al igual que todo tipo de humedal se caracteriza por ser un ecosistema híbrido húmedo[7], con una rica biodiversidad de flora y fauna de alto valor ecológico. El humedal se ubica en la comuna de Concón, con un área de 13 hectáreas de extensión donde habitan más de 70 especies de aves migratorias y residentes[8]. Esta biodiversidad tiene una gran posibilidad de verse afectada por el proyecto de Esval. El Humedal fue decretado como “zona de protección oficial”[9] según consta en la Municipalidad de Concón, lo que significa que hay un reconocimiento del sitio para proteger y resguardar.
Nos preocupa que este inminente proyecto, al usar un mecanismo de transporte de aguas con manejo de sistemas de control de caudales, modifique los niveles de agua naturales del humedal, presentando eventuales abruptos descensos del nivel del agua. Lo que significaría un posible escenario de escasez de agua en el humedal, repercutiendo en el entorno natural afectando los modos de vida de las especies, flora y fauna. Una zona de protección oficial se vería afectada y sin protección ante este proyecto.
En la consulta de pertinencia desactualizada, que data de 2016, simplemente no se considera al Humedal, siendo omitido por la empresa. La ley de humedales urbanos, que entro vigencia en enero de este año, implica la obligatoriedad de la evaluación ambiental a proyectos que afecten a humedales[10]. Considerando esta normativa, el proyecto debiese contar con dicha evaluación, al carecer de legitimidad en sus operaciones actuales, es necesario que este proyecto se someta al SEIA y obtenga una RCA. La consideración del humedal por la ley determina el ingreso del proyecto al SEIA. El no sometimiento a evaluación ambiental es motivo de ilegalidad según lo estipulado de la ley.
Reversibilidad y contaminación en los Aromos
La función de reversibilidad en el conducto permite transportar agua en ambos sentidos de la tubería, lo que en el proyecto significa extraer agua del río Aconcagua para ser transportada al embalse Los Aromos y viceversa. En la consulta de pertinencia, Esval no declara que es parte del proyecto la reversibilidad de la tubería. En el caso eventual que la empresa haya modificado formalmente el proyecto y considerará esta nueva característica, constituye una ilegalidad el no someter a evaluación una consideración de esta envergadura. Por tanto, el organismo ambiental no pudo tantear los posibles efectos, lo que es otra razón adicional y legitima para someter en estos momentos al SEIA. Para nosotros es un aspecto importante a examinar con cuidado y revisar las implicancias secundarias de esto. Así entonces, deben evaluarse posibles daños ambientales que afirmamos puedan realizarse:
Lo que nos preocupa de la reversibilidad es lo peligroso que resulta el transportar agua hacia el embalse Los Aromos desde Con-Con, ya que producto de la actividad industrial pesada (refinación de petróleo) en la comuna se encuentra contaminación con metales pesados y material particulado. A este respecto hay una serie de estudios que indican la contaminación en el medio ambiente (suelo, tierra y mar) y los daños en la salud de los habitantes de Con-Con, Quintero y Puchuncaví. Un ejemplo reciente es el estudio del Instituto Noruego de Investigación del Aire[11], que arrojó la presencia de Benceno, alrededor de hasta 4 km en la zona industrial, con concentraciones muy altas. También existe la presencia de contaminantes como metilcloroformo, nitrobenceno, isobutano y tolueno e hidrocarburos ligeros. Es Importante mencionar que en el año 2015, las autoridades del ministerio de Medio Ambiente declararon a esta comuna como zona saturada por material particulado[12]. El eventual transporte de agua proveniente de la zona de Con-Con ubicada en el rio Aconcagua hacia el embalse Los Aromos, implica un riesgo de transportar también contaminantes. Podría afectar el agua para consumo humano, implicando un riesgo certero para la salud de la población. No hay estudios científicos, ni presentados por la empresa sanitaria que descarten esta posibilidad.
Destrucción del Estero Limache… con su valor ecológico y social
Sobre la rivera del estero Limache habita una variedad importante de flora y fauna que deslumbra no solo a Limachinos/as, sino también a quienes observan este panorama natural. Sin tener el ánimo de enumerar y agotar la lectura, es necesario mostrar que existen múltiples especies de fauna que habitan este rico ecosistema, y así dar cuenta de su valor ecológico, por nombrar algunas: aves como el Pidén, el Pato Real, el cóndor andino y halcón peregrino, anfibios como el sapo de rulo (especie vulnerable) y el sapo de cuatro ojos (especie casi amenazada). Es importante también nombrar a la rica variedad de mamíferos[13] que habitan en zonas aledañas y sobre el estero: macro mamíferos como el Quique (Vulnerable), Chinge (rara), zorro Chilla y Zorro Culpeo, especies de preocupación menor en términos de su peligro. Los micro mamíferos presentes, como el Cururo y Vizcacha, que son de especial cuidado ya que están en peligro de extinción.
La vegetación de la zona también se caracteriza por su pluralidad. El bosque nativo que se extienden a lo largo del estero es de tipo esclerófilo, con especies como el Peumo, Belloto del Norte, Lingue, Guayacán y Lúcumo. Respecto a la flora, se constatan 16 especies vegetales (con especies endémicas), entre estas de formación boscosas y arbustivas[14]. Las especies de flora, fauna y vegetación se les comprende en el marco del caudal ecológico, que es definido como el nivel de agua necesaria para resguardar el hábitat natural que dan hogar a la flora y fauna[15].
Todo lo referido a valor ecológico y social está siendo literalmente sepultado por las obras del proyecto conducción reversible. El ecosistema que albergaba el estero Limache junto a las distintas especies de flora y fauna fueron afectados a tal punto que no hay rastro del estero. No se observa un manejo hacia las especies en peligro de extinción. Se destruyó el estero al modificar el suelo con la adición de tierras y transformación hacia una vía para la tubería de acero. Se puso cemento encima del patrimonio ambiental sin dejar siquiera un mínimo caudal ecológico, contradiciendo lo dicho en la consulta de pertinencia sobre que se dejaría un caudal ecológico mínimo. El cauce completo del estero fue convertido en una tubería[16].
Si pudiéramos ponerlo en una frase, en el estero se observa un valor ecológico importante con una diversidad de vegetación, flora y fauna que fue arrasado. Pero cabría agregar otra dimensión igual de relevante: el estero está lleno de valor social. El ambiente natural del sector está acompañado con significados importantes por para la comunidad. Las localidades de la Victoria y el Colmo han formado lazos sociales en torno a su territorio, siendo el Estero parte central de este, que habitando toda su vida el lugar, se construyeron costumbres y modos de vida en torno a ese territorio. Existiendo históricos lugares tales como el Parque Los Aromos y Parque La Victoria. El sentido de pertenencia que se constituye entre la comunidad y el territorio es parte importante del bienestar social, cultural e incluso personal quienes son parte de la comunidad.
La destrucción del estero a afecta también a las comunidades que vivían con él y gracias a él. El estero era parte de las fuentes fe agua en el circuito de abastecimiento de agua que obtenían las APR de las comunidades de la zona. Al menos unas 2000 mil personas se suministraban de agua del estero. En ese sentido, la actividad económica de agricultura y ganadería de subsistencia es también una realidad que se ve rotundamente afectada por el entubamiento del estero.
Eficiencia hídrica o eficiencia económica
Si el proyecto genera impactos sociales y ambientales, cabe preguntarse ¿son suficientes los argumentos de la empresa sanitaria sobre la eficiencia en la gestión hídrica que trae el proyecto?
Sabemos que, en el año 2019, se preveía en la región de Valparaíso por parte de las autoridades y la sanitaria para este año 2020 un muy probable racionamiento de agua[17]. Es innegable que la sequía producto del calentamiento global condiciona el clima que hacen posibles las lluvias, lo que impacta gravemente sobre las fuentes de agua de la región. Pero si hablamos de la gestión en el abastecimiento del agua para la población, el foco puesto solo en el cambio climático, es además de una forma reduccionista de verlo, totalmente tramposa e intencionadamente insensata. No es solo sequía, hay saqueo.
Hay que ser rotundo en afirmar que el uso social del agua se distribuye desigualmente, donde la industria agrícola y minera en la región ocupan buena parte del agua. Por ejemplo, del total de las aguas provenientes del rio Aconcagua, un 80% se ocupa en agricultura y apenas un 8% en el consumo humano[18]. Esta “distribución” del consumo del agua debe comprenderse junto con la sobre demanda industrial existente, que junto con acaparar nuestras fuentes de agua, el uso excesivo pone a toda la población en riesgo de racionamiento. Incluso podríamos afirmar mucho más, el mercado del agua permite que las transacciones hídricas se den entorno a la búsqueda de utilidades por sobre el consumo garantizado al agua. Esto ocurre en Petorca con los palteros, y con el riesgo de que ocurra con el abastecimiento del gran Valparaíso. Bajo el discurso de la eficiencia hídrica se esconden una cuestión que nos parece central poner en discusión: los niveles de agua del embalse Los Aromos se han reducido por que se privilegia el agro negocio por parte de las juntas de vigilancia, al no destinar suficiente caudal proveniente del río Aconcagua para recargar el embalse a través de los canales Waddington y Ovalle. Esto ha llevado a Esval a la búsqueda de la “optimización” del uso del agua del embalse Los Aromos, con una tubería que está dañando los ecosistemas del estero Limache y del Humedal en Concón.
En el contexto del mercado de las aguas, el proyecto de Esval se instala muy funcional con el discurso fundamentado en la eficiencia hídrica. Se menciona que la tubería reducirá pérdidas de agua del estero Limache en algo más de un 50% en el transporte de agua. Esta “pérdida” que señala ESVAL no es más que la infiltración hacia las napas subterráneas, misma infiltración que también surte a distintos sistemas comunitarios de agua (APR). Pero esta idea de la eficiencia como mencionamos, solo se entiende debido a que la empresa sanitaria estuvo en aprietos, producto del eventual racionamiento, ya que en sus tratos con las juntas de vigilancia del río Aconcagua, les ha costado asegurar los flujos del agua al Embalse Los Aromos para abastecer a la población. Así, de la poca agua que les llega al embalse Los Aromos, tienen que aprovechar al máximo las aguas, por ello se habla de eficiencia hídrica para asegurar los negocios de todas las partes (Esval, juntas de vigilancia y canalistas), a costa de afectar los ecosistemas, la biodiversidad, a la población aledaña y su suministro de agua. Entonces Esval juega sus cartas, con un modelo que sin duda pone unas reglas del juego injustas y peligrosas para el abastecimiento. En ese escenario Esval también se lleva su tajada de la torta, con grandes utilidades. Cuestionar el mercado en torno al agua entre juntas de vigilancia y canalistas, no es conveniente para Esval, debido a que se benefician de la administración privada del agua.
Lo que se saca en limpió, es que resulta evidente que bajo este modelo de administración del agua, al no obligar a las juntas de vigilancia, canalistas, sanitarias y otros administradores privados a asegurar un consumo digno de agua se posibilita que este tipo de proyecto se consideren viables. Así mismo, la libertad de mercado permite que estos decidan a quien venderle, a cuanto, según precio de mercado, donde los palteros y agro industria en general se quedan con el agua por que pagan mejor que un campesino o un poblador. En este caso, las juntas de vigilancia han preferido sobre vender las aguas, limitando el flujo de agua al embalse Los Aromos lo ha significado una importante disminución de la cantidad de m³ de agua en el embalse.
Nuestra resistencia al proyecto: por el derecho humano al agua
Como organizaciones socio ambientales, comunidades organizadas, habitantes del sector, seguiremos en resistencia al proyecto. Nuestra oposición al proyecto tiene fundamento en la normativa ambiental, en los datos empíricos, pero también con un pie puesto en los valores ecológicos y sociales, como el cuidado de la naturaleza, el derecho humano al agua y la justicia social.
En el área normativa o jurídica, emprendimos un recurso de protección en función de las irregularidades expuestas, exigiendo que el proyecto se someta al SEIA y la paralización de las obras a través de la obtención de una Orden de No Innovar (ONI). Los daños ambientales producidos son una realidad, afectando a una serie de especies de flora y fauna. En esta misma materia, consideramos que hay vulneraciones graves a los derechos fundamentales. Entre esta se encuentran las que se exponen en el recurso de protección. En particular se vulnera el Derecho a la vida y el Derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
El derecho a la vida es definido como el ejercicio y respeto eficaz del derecho humano a la vida y a la integridad física y psíquica[19], está íntimamente relacionado con la protección del medio ambiente, ya es vulnerable a la degradación del medio ambiente[20].
El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación[21]. La Constitución asegura a todas las personas el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza.
La severa afectación de la vida de comunidades de agricultores y ganaderos de subsistencia, generando migración ambiental, despojo de los territorios. El derecho al esparcimiento dado la muerte de los parques La Victoria y Los Aromos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el derecho humano al agua y al saneamiento, considerando como base el garantizar un agua potable adecuada para la realización de todos los derechos humanos. En el marco de la privatización del agua, este proyecto es funcional al modelo. Por tanto, nos parece que la crítica desde la óptica del derecho humano al agua es totalmente vigente.